El 60% de la población descarta votar por la candidata, poniendo en evidencia un problema de confianza que va más allá de los números de popularidad.
Un análisis de la encuesta Plaza Pública CADEM arroja una luz crítica sobre la candidatura de Jeannette Jara. A pesar de los esfuerzos por posicionarla como una figura líder en la carrera presidencial, las cifras de rechazo son difíciles de ignorar. El 60% de los encuestados afirma categóricamente que «decididamente no votaría» por ella. Este rechazo, combinado con un apoyo del 34% que la votaría «decididamente», evidencia que la candidata despierta más aversión que adhesión en la población general.
Esta masiva desconfianza podría estar relacionada con una percepción negativa sobre su desempeño político y las políticas que defiende. El hecho de que una mayoría tan abrumadora de la población la rechace de forma tan rotunda sugiere que hay un profundo problema de conexión con las necesidades y los valores de la gente. La ciudadanía no solo la ve como una opción, sino que la descarta por completo.
La candidatura de Jara, a pesar de sus buenos números en otras mediciones, se encuentra con un «techo de cristal» de rechazo que parece infranqueable. La lección de esta encuesta es clara: la popularidad en las encuestas no garantiza una victoria. Si la candidata no logra convencer a la mayoría que hoy la rechaza, su carrera hacia la presidencia podría terminar antes de empezar.