La candidata del oficialismo, Jeannette Jara, ha relativizado su emblemática propuesta de un «salario vital» de $750.000, generando una ola de críticas y dudas sobre la coherencia de su programa económico.
La principal carta presidencial del oficialismo, Jeannette Jara, ha generado un nuevo escándalo al «resetear» su propuesta estrella de campaña: el «salario vital» de $750.000.
La candidata, ante el fuerte rechazo de expertos que advierten sobre los efectos negativos en el empleo y la economía, ha intentado matizar su propuesta. Este cambio de discurso ha sido visto por muchos como una muestra de la inviabilidad de sus ideas iniciales. La falta de un plan claro y sólido para financiar el alza salarial ha sido duramente criticada.
El economista Luis Eduardo Escobar, uno de los cerebros económicos de su campaña, ha reconocido que la cifra es «difícil de alcanzar» sin efectos negativos. Esta incoherencia ha sembrado la duda entre los votantes y el empresariado, quienes ven en las propuestas de Jara un riesgo para la estabilidad económica.