Con una desaprobación del 66%, el gobierno de Gabriel Boric acumula cifras que lo sitúan entre los mandatarios con menor apoyo de las últimas décadas.
La gestión de Gabriel Boric ya está marcada por una constante: la desaprobación de la ciudadanía. Con un 66% de rechazo, su gobierno se ha instalado en una profunda crisis de legitimidad.
Un análisis del histórico de las encuestas de aprobación presidencial muestra que Boric ha mantenido niveles de desaprobación muy altos desde su inicio, superando a sus predecesores, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, en la misma etapa de sus mandatos.
Esta tendencia negativa, que ha sido constante a lo largo de su gobierno, no solo es un indicador de su incapacidad para conectar con las necesidades del país, sino que también amenaza con dejarlo en los anales de la historia como uno de los presidentes peor evaluados por la opinión pública.